lunes, 10 de marzo de 2014

Cuanto hay que pagar por rebentar los limites?


Bufff ….ya es más de un año y sigues ahí insertado en mi cabeza , en el fondo , en standby. Sin prisas sin necesidades. Simplemente estas. Y te sigo queriendo.
Eres a veces insoportable, da ganas de matarte de las formas en que te eximes de la felicidad tú mismo. Tus malas elecciones. Que no te expreses .
Me he enamorado de tus silencios? De alguien con quien se de sobra que no podría estar?
De lo magnifico en tu desastre.
Como no parecerle imbécil, estúpida o loca a un genio destructivo? Es que es lógico que pudiera llegar a pensar eso.
No podrías ser diferente a mi? No podrías estarte quieto y permanecer en eso que tanto añoramos y de lo que a la vez huimos con tantas fuerzas? Donde esta el limite? Cuantas veces hay que romperse para pagar el deseo de querer tocar el cielo? El no estar conformes? El necesitar más? El notar una milésima de segundo después de estar a gusto, como va cayendo cemento en tus pies. Como te quedas atrapado, y como eso ya es inaceptable como premisa de vida. ¿Como vamos a estar quietos? Si la cabeza no para. Si podemos deducir y prever situaciones. Si nos hemos roto hasta la saciedad, hasta gritar basta.
Como dejar que te inunde la felicidad, condenándote a su vez a la estabilidad a la falta cambio, a la necesidad de cualquier vida minimamente intelectual. Las ideas no salen de estar a gusto cómodo y con todas las necesidades cubiertas.
Entonces estamos condenados y bendecidos con esa inestabilidad e inseguridad.
Nos tenemos a nosotros mismos. Y eso es suficiente y no hay nada de malo en ello. Necesitar es de amor enfermo, ya no eres suficientemente valido como para luchar por ti mismo? De querer como iguales fuertes con vidas independientes. Cuanto hay de utópico en mi expresión? Cuanto me tendré que romper para dejar de necesitar, y aprender a amar bien? Aprender a disfrutar de la felicidad de las personas a las que quieres sin intentar poseerla, notar la caricia que te da como una gasa que se mueve por una brisa de primavera.
Cuantas veces más vamos a creernos ser felices, porque un día lo rozamos?cuantas veces más vamos a dejar una relación y vamos a notar que si deja la ausencia del cariño...Pero nada más.
Que no nos sentíamos llenos. Que hizo falta mirar hacía otra parte, y seguían brillando los ojos mirando el cielo. A cuanta gente les tendremos que abrir nuestras puertas para enseñarles todo para que aprendan todo, quedándonos cada vez sin menos piezas, más rotos. Cuando dejaremos de ser nada, para no ansiar nada? Simplemente disfrutar del no limite. De subir y bajar de golpe hasta el pozo más hondo, para encontrar la energía que nos hace diferentes. El querer más, el descubrir más en cada caída hasta que ya las identificas y sabes que saldrás, que saliste y saldrás. Y cometerás más y más errores. Cada vez serás más complejo, más lleno de contrastes, matices que nadie comprenderá. Más lejos de lo socialmente establecido, y más cerca de ti mismo. Como explicar que tus sentimientos llegan más fondo, con menos, porque ya has visto mucha paja. Y sabes reconocer las agujas rápido. Y aunque te pinches te hagas daño y destroces por el camino. Habra algo de real en esa historia. Y la sangre y la herida te sacaran lagrimas de que ahí hubo algo de verdad que fue capaz de pincharte y hacerte sentir, un momento. Sin darle tiempo a robarte. Sin dar tiempo a uno mismo a perderse entre lo que uno quiere y las fantasías. No se explicarte. Somos muy diferentes. Tal vez te quiera por imperfecto por saber traer ese caos al mundo y solucionarlo, y tener esa maravilla de cabeza. Y yo me odie por responder a demasiadas expectativas, por ser demasiado y no llega a nada, y no saber sacar todos esos follones de mi cabeza.
Saber solucionar el mundo excepto el mio. O más bien ser inútil.

No hay comentarios:

Publicar un comentario