jueves, 28 de febrero de 2013

Querida vida,

Querida vida, llevo soñando con el amor casi desde que tengo uso de la razón. He querido a muchisimas personas, y por lo menos ame a dos sin duda. Mis dos grandes historias.
Las que solo quería simplemente se acabo el tiempo de lo que eso debía durar, fueron historias cortas en muchos casos intensas, y que en muchos casos me hicieron levantarme.
A pesar de todos estos años me he dado cuenta que muchas de esas veces, confundí amistad por amor, admiración por amor, pero eso no las hizo menos bellas.
Creo que puedo decir que me siento orgullosa de mi historia nunca hice nada que no me saliera del corazón. Y lo seguí como si fuera un mapa con un recorrido claro.
Todas aquellas veces que seguí el corazón describía la felicidad con términos afectivos, porque esas historias me completaban, hicieron que me brillaran los ojos mileres de veces. Y crecí con ellas, madure y me encontré.
Y es que descubri algo más, descubrí lo que sentí en Madrid hace unas semanas.
Descubrí que cuando voy sola y tengo fe en mi soy capaz de cualquier cosa, descubrí que la palabra felicidad no solo se completaba con ellos, hacia falta yo. Y sin yo , moría en todas aquellas historias.

Poco a poco desde que decidí dejar lo que antes describía como el hombre de mi vida por aprender a hacer todas estas cosas, me voy realizando como persona. Cada vez tengo mucho más claro quien soy a donde voy que me gusta que no , que quiero y que no quiero en mi vida. Me estoy enseñando a mi misma, estoy aprendiendo a amarme.
Pero todas estas cosas siguen pareciendo una inversa con el amor.
Sentirme amada y amar pero estar hueca
O sentirme realmente viva y sola al mismo tiempo.
Ahora por fin se que eso no es cierto, que no era el hombre de mi vida que solo me aportaba la estabilidad afectiva, cuando esa deberia de tenerla por mi.
Contra más avanzo más me cuesta encontrar a gente con las mismas perspectivas, sueños, y ganas de mejorarse a si mismos cada día.
Llevo mucho tiempo buscando gente con buen corazón, avispada, y que tengan esa chispa de vida en los ojos. Se que están en alguna parte y tengo muchas ganas de conocerles.
Estoy atascada, y a la vez soy incapaz de dejar que se acerque la gente.
Soy demasiado perceptiva o interpretativa y si veo un mínimo gesto ya estoy girando en dirección contraria automaticamente. Al principio pensaba que estaba mal... Pero también se que si lo tuviera claro, no habría momento de duda. Se que existe lo que busco, y a eso no le tengo miedo.
Después de todas las confusiones de todo, por una vez tengo claro que quiero. Que no lo encuentre aún creo que hasta también debe ser así, porque lo que busco merece la pena esperar por ello.
Pero también es cierto que lo echo de menos, sorprendiendome a mi misma con ganas de decir te quiero, susurrarlo en voz baja o escribiendolo, en el vaho de la ducha, en una botella de coca cola, en una libreta es un sentimiento muy bello y muy grande.
Te quiero ^^

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