Habia una vez un pequeño Angel que pensaba que habia perdido las alas, porque no podia volar. Y le pidio ayuda a un alegre duendecillo de los bosques. Y este le contesto que le ayudaria pero que tendria que ganar algo a cambio. Ya que todo en el mundo tiene que estar equilibrado.
Entonces empezaron una busqueda por todo el mundo en el que se pasaron un tiempo infinito juntos. Hasta conocerse al maximo y ser uno. El Angel por fin pudo ver sus alas y el duende se quedo con una parte de su corazon.
Y el Angel volo y se elevo en el cielo con grandes y hermosas alas de plumas blancas.
El duende lloro por primera vez en su vida la escena era magnifica y terrible.
Ese Angel caido del cielo que habia encontrado perdido habia aprendido a volar.
Con esas hermosas alas que habia visto desde el primer instante que lo conocio.
Para que amar la tierra pudiendo tener el cielo?Podiendo ir al paraiso?Su lugar..
Habia deseado desde el primer momento verlo volar, ver ese maravilloso espectaculo de la naturaleza, y no le habia defraudado el momento. Pero hay estaba su Lagrima Perdida el Angel habia conseguido ver toda su hermosura atraves de los ojos del duende. Y ahora el Angel orgulloso mostraba sus alas y meritos por el cielo.
El Angel desde arriba de vez en cuando miraba hacia la tierra para ver donde estaba el duende ya que este tenia un trozo de su corazon. Pero después de ver uno de sus estrambóticos sombreros del duende tranquilizado volvia al cielo a jugar entre las nubes. Seguramente pensaria que el duende estaria tan alegre como siempre, haciendo el trasto por el mundo.
Pero desde el cielo no se podia ver esa inmensa tristeza en la que se habia sumergido el duende, se habia enamorado de la criatura mas hermosa que habia creado Dios. Y el debia permanecer donde estaba en la tierra,y es que a pesar de haberle hablado con entusiasmo al Angel de su mundo y sus maravillas. Del milagro de nacer etc ya los encontraba vacios. Nada tenia sentido sin la existencia de el. El Angel se habia llevado su luz y con ella ahora iluminaba los cielos.
El duende decidio volver a sus raices, volver a recordar cuando solo reia, cuando solo lloraba. Y poco a poco conseguir recordar y retomar su vida solitaria, para conseguir crear una nueva luz.
Era necesario e inevitable que se encontraran y que se volvieran a separar.
Uno era el dios del cielo y el otro el dios de la tierra.
El duende volvera a ser quien un dia fue, pero como siempre sin olvidar ni instante de felicidad en su existencia.
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